Delirio: desorden o perturbación de la razón o la fantasía originado por una enfermedad o pasión violenta.
Se que profanando su memoria me acerco a ellos.
No siento culpa alguna, ellos deberían avergonzarse por haberse instalado en la memoria del mundo.
Su recuerdo nos somete en cada momento…Nos condiciona a su grandeza.
¿La gloria de sus actos solo esta ligada a la suerte de haber nacido antes que nosotros? Solo podemos averiguarlo mediante la creación constante.
Miles de veces nos encontramos debatiendo entre el peso que la influencia de “los grandes maestros” nos causa y nuestra libertad de crear dando esto como resultado una grieta inconmensurable y un miedo a saltarla…se que nos encerraron en ellos, que nos machacaron la cabeza con el mito de su fama, imponiendo su imagen, sus lenguajes, todo un canon del como y el porque en la justificación de las artes.
Su más patético logro es haber sido seleccionados para encerrarnos en una historia del arte bueno y burgués, tirano y cortes. Y con este logro agoniza toda la transgresión a la que apuntaban. Estamos a tiempo aun.
Lo acepto, tomo su lenguaje, me apropio de sus formas y así los humillo, los rescato. Copiándolos me atrevo a demostrar que es fácil, que es natural, que no hay genio en sus actos y así los revivo al calor de un debate.
Me revelo contra toda la admiración que en mi generan por amor, por que esta admiración me reprime en todos mis actos creativos a ser yo…
¿Que mas queda por hacer hoy después de miles de años de historia en las artes? Nada.
¿Nos resignamos entonces? Jamás.
Hoy en el mundo ya no hay más nada que inventar, no al menos en cuanto a las artes. Todo avance tecnológico modifica el aspecto material de la creación artística pero no su espíritu…
Pensar distinto, creer que hay algo que aportar en esto es lo que más nos alejara de nuestro objetivo. Demostrar que el arte no existe!!!
Nuestro objetivo es entonces revolucionar el no arte, trasformando así el mundo que lo somete como objeto. Re-significando entonces toda la vivencia de pretenderlo ahí.
El delirio de grandeza nos poseerá, cuando ellos bajen a la tierra a la que siempre pertenecieron, de la que solo partieron una vez muertos… Destruyendo al hombre-mito devastamos la frontera que nos aleja de igualarlos en actos, en resultados.
Fueron grandes pues así lo creyeron, se apropiaron del mundo, supieron captar la atención de todo el espectro burgués. Su pasión por ser grandes es ahora la ruina moral del arte.
Decidí Matar su recuerdo en mí.
¿Como? Copiándolos, entendiéndolos, dejándolos al ridículo ante mi propia apreciación pues tome todo de ellos, porque así me instaron a obrar…llegando al punto más alto de mi despersonalización. Influido a amar, a pensar, toda nuestra forma de pensar el mundo es el resultado de una fijación externa. Negar esto no es más que una defensa ante la más dura de las verdades…
Jamás pinte un cuadro en realidad. Jamás pude deshacerme del peso de la influencia de los grandes maestros, cuando lo intente tuve miedo, en reproducirlos estaba el éxito seguro…Ahora lo se.
Mi pasión por ellos me trastorno, me hizo girar sobre mi propio ser, degenerando mis sentido, buscando la respuesta en ellos, apoderándose de mi por completo. Y tan adentro se me metieron que fueron tornándose a mi.
Fue el instinto de mi razón que con luz vio la ventaja de tal despersonalización. Creyendo construí esto, un relato, una justificación, una cara, una mascara de estilo dúctil y apropiada para referenciar todo mi contexto.
Pero esto ya lo termine, o me vació. Toda evocación posible fue realizada.
A partir de ahora viene lo difícil. Empezar a ser.
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